
Brasil espera, Neuquén insiste: las cinco rutas para llegar con el shale neuquino el gran mercado de la región
El “Plan Decenal de Expansión de Energía 2034”, elaborado por la Empresa de Pesquisa Energética (EPE) y el Ministerio de Minas y Energía (MME) de Brasil, presenta proyecciones sobre la evolución del consumo de gas natural en el país hasta 2034. En el documento se señala que la participación del gas natural pasará del 7% al 9% del consumo final de energía por fuente.
Allí se indica que la demanda de gas natural en los sectores industrial, residencial, comercial y de transporte aumentará un 3,5% anual en promedio durante el período 2024-2034, alcanzando un volumen total en torno a los 56 MMm3/día. Se espera que el valor
agregado industrial (excluyendo el sector energético) evolucione a una tasa media anual del 2,7%.
La expansión de Vaca Muerta como polo energético de Argentina despierta un interés creciente por consolidar nuevas rutas de exportación, especialmente hacia Brasil, un mercado de gran escala con demanda estable en sectores clave como la industria y la generación eléctrica.
Así lo señala un informe elaborado por la consultora Economía & Energía, dirigida por Nicolás Arceo, que identifica cinco alternativas concretas para hacer llegar el gas neuquino al país vecino.
Históricamente, las exportaciones de gas desde Argentina a Brasil fueron marginales y limitadas a momentos puntuales de crisis energética en el sur brasileño. Sin embargo, el contexto actual, marcado por la creciente producción argentina y las necesidades energéticas fluctuantes del mercado brasileño, abre una ventana de oportunidad que podría cambiar ese escenario.
Brasil: demanda creciente
A pesar de contar con una matriz energética mayoritariamente renovable, Brasil mantiene una fuerte dependencia del gas en momentos de baja hidraulicidad, como ocurrió en 2021, cuando la sequía más grave en 90 años disparó la generación térmica y aumentó un 44% la demanda interanual de gas en 2024.
El segmento industrial brasileño, más estable y previsible que la generación eléctrica, representa el 59% del consumo de gas, siendo un objetivo clave para la expansión argentina.
El informe detalla cinco caminos potenciales, cada uno con diferentes niveles de desarrollo, inversión requerida y factibilidad política:
- A través de Bolivia
Aprovechando la infraestructura existente del Gasoducto Bolivia-Brasil, hoy subutilizada por el declino de la producción boliviana. Esta vía permitiría exportar gas argentino utilizando el tramo boliviano, aunque requiere obras de conexión desde Argentina. La capacidad del gasoducto es de 30 MMm³día, pero en 2024 Bolivia solo exportó 14 MMm³/día. - Desde Uruguaiana hasta San Pablo
Esta opción contempla ampliar el gasoducto que ya conecta Paso de los Libres (Argentina) con Uruguaiana (Brasil) y construir un nuevo tramo de 600 km hasta Porto Alegre, para luego integrarse al sistema brasileño. Se estima una inversión de 1.200 millones de dólares, más obras adicionales del lado argentino.
- Ruta vía Paraguay
Un trazado inédito: desde Campo Durán (Argentina) hasta el Chaco paraguayo, cruzando hacia Carmelo Peralta (Brasil) y de allí conectarse al sistema de Gasbol. Son más de 1.000 km de infraestructura por construir y una inversión estimada de 2.000 millones de dólares. Aún no hay avances concretos.
- Importación a través de Uruguay
Utilizando el gasoducto Cruz del Sur, esta alternativa requiere construir conexiones nuevas entre Colonia y Porto Alegre, y luego desde Río Grande do Sul hasta San Pablo. También exige una inversión superior a 2.000 millones de dólares.
- Exportación de GNL
La opción más factible en el corto y mediano plazo. Brasil ya dispone de 7 terminales regasificadoras con capacidad ociosa, mientras que Argentina avanza con proyectos de licuefacción, especialmente en Neuquén. El GNL aparece como una solución flexible y escalable, ideal para responder a las variaciones de la demanda eléctrica brasileña.
Con una producción en alza y potencial para duplicar su volumen de gas hacia 2030, Vaca Muerta se posiciona como la reserva estratégica de energía de la región. Para Neuquén, consolidar una vía firme de exportación hacia Brasil significa estabilidad, inversión y desarrollo a largo plazo.
No obstante, todas las rutas planteadas en el informe requieren acuerdos binacionales, decisiones políticas firmes y financiamiento para infraestructura. La oportunidad está sobre la mesa, y la clave estará en convertir el potencial geológico de Neuquén en un proyecto regional de integración energética sostenible.
Nota: Artículo publicado por Daniel Barneda en El Economista.
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