
Qué significa para Argentina la baja del precio del crudo
La caída del precio del crudo podría poner en riesgo el flujo de divisas y presionar las inversiones en Vaca Muerta. Todo dependerá de cómo evolucione el contexto económico global y las condiciones de financiamiento.
La reciente caída en el precio internacional del petróleo, especialmente del crudo Brent, ha generado preocupaciones sobre el futuro de las exportaciones energéticas de Argentina y la rentabilidad de los proyectos en la Cuenca Neuquina, específicamente en Vaca Muerta.
En los últimos días, el precio del crudo ha experimentado una baja del 14%, lo que impacta directamente en el flujo de divisas que el país obtiene por sus exportaciones de petróleo, uno de los pilares fundamentales del esquema económico del Gobierno de Javier Milei. .
La caída del crudo Brent, que pasó de U$S 75 a U$S 64 por barril, podría traducirse en una pérdida aproximada de U$S 1.100 millones en exportaciones petroleras este año, según estimaciones de Portfolio Personal Inversiones (PPI).
Este descenso en los precios se debe a una combinación de factores, entre los que se destacan la imposición de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos, las tensiones comerciales con China y la decisión de la OPEP+ de aumentar su producción en los próximos meses. .
El impacto de esta caída es significativo, ya que Argentina depende en gran medida de los ingresos derivados de las exportaciones energéticas para sostener su superávit comercial y financiar su programa económico .
A esta disminución en los ingresos por exportaciones de petróleo se suma la caída en los precios de otros commodities, como la soja, lo que agrava la situación en el frente externo.
El sector energético argentino, especialmente en Vaca Muerta, es otro de los grandes afectados. Vaca Muerta había sido históricamente rentable con un barril de petróleo a U$S 50 promedio, pero en un escenario de precios bajos y un tipo de cambio más bajo que el actual, los márgenes de rentabilidad se ven reducidos.
Según analistas del sector, por cada caída de U$S 10 en el precio del barril, la industria argentina pierde aproximadamente U$S 2.500 millones, lo que pone en riesgo muchos de los proyectos de extracción y producción de petróleo en la región.
Juan José Carbajales, director de la consultora Paspartú, advirtió que los vaivenes del mercado internacional complican la posición de un país emergente como Argentina, que intenta insertarse de manera estable en el mercado global de petróleo. Además, el incremento de la producción de la OPEP+ y la dificultad para acceder a financiamiento en un contexto de tasas de interés altas también constituyen riesgos adicionales para el desarrollo de proyectos clave en Vaca Muerta. .
Pese a este panorama incierto, desde YPF, la principal petrolera argentina, se muestran confiados en su capacidad de adaptarse a estos nuevos escenarios. Horacio Marín, CEO de YPF, destacó que la compañía ha logrado convertirse en una entidad resiliente capaz de operar incluso con un precio del barril por debajo de los U$S 45.
En una reciente entrevista, Marín afirmó que YPF puede seguir desarrollando Vaca Muerta a precios bajos, gracias a la experiencia adquirida en la última década y la estrategia de concentrarse en los recursos no convencionales en lugar de los campos maduros, menos rentables.
A pesar de que los márgenes de ganancia disminuyen a precios más bajos, YPF asegura que no incurre en pérdidas y puede continuar con sus planes de expansión en la formación de Vaca Muerta sin interrupciones. De acuerdo con Marín, la clave de esta adaptabilidad radica en la optimización de costos y la renegociación de contratos con proveedores de servicios, lo que podría aliviar la presión financiera si los precios del petróleo se mantienen bajos por un tiempo prolongado.
En el corto plazo, los analistas advierten que la caída en los precios del petróleo puede reducir la competitividad de Argentina como exportador neto de energía. La dificultad para asegurar financiamiento en un contexto de tasas de interés altas y la volatilidad del mercado internacional podrían retrasar o limitar el ritmo de crecimiento del sector energético en la Cuenca Neuquina.
Nota: Artículo publicado por Daniel Barneda en El Economista.
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