El impacto de la nueva macro en el sector energético
Un informe de la consultora ABECEB pone de relieve las certezas e interrogantes del impacto sectorial de la devaluación en la industria en el corto y mediano plazo.
El impacto sectorial ante los recientes cambios resulta heterogéneo, pero obliga a todas las compañías a replantear sus estructuras de costos. La drástica devaluación, si bien encarece ciertas operaciones, también optimiza otras dinámicas comerciales. El punto es poder levantar la mirada hacia el mediano y largo plazo, entendiendo el impacto del corto plazo.
El último Informe Quincenal de Coyuntura de la consultora ABECEB, advirtió que "en materia cambiaria, sectores como petróleo y gas, así como minería y aquellos exportadores de materia prima y semi elaborados, que ya tenían un tipo de cambio oficial más bajo podrían vislumbrar ventajas por el ajuste del mecanismo Blend 80-20, que sitúa el dólar exportador en $ 856 tras la aplicación de las nuevas retenciones del 15%. A pesar de esto, el cese de la obra pública genera incertidumbre sobre la infraestructura necesaria para sostener el crecimiento proyectado en estos sectores".
De acuerdo con el análisis las importaciones se encarecen con un nuevo impuesto país que pasa del 7,5 al 17,5%, un aumento del 133% sumado a la devaluación, lleva al tipo de cambio a $ 940 con más presión en sectores con alta tasa de importación y orientados al mercado interno.
"Es crucial prestar especial atención a empresas endeudadas en dólares y con limitada capacidad de generar divisas a partir de su producción interna, ya que enfrentarán un fuerte incremento en los costos financieros.
Estas medidas de emergencia tienen un carácter marcadamente recesivo en su etapa inicial, particularmente en el primer semestre, anticipando un impacto significativo en los ingresos de compañías orientadas al consumo interno, como empresas de consumo masivo, sector electrodoméstico, y construcción. La demanda se refugiará bajo un comportamiento defensivo y reordenamiento de la canasta de consumo, suprimiendo lo que no es esencial", detalló el informe.
En cuanto al sector energético, las previsiones de ABECEB indican que aún faltan detalles de implementación de quita de subsidios y más flexibilidad, ya que el primero de enero empieza el retiro de subsidios, pero habrá que considerar cuánto pega la recesión en cantidades vendidas a futuro.
Está claro que el paquete de medidas económicas genera tanto certezas como incertidumbres. "Una debilidad de los anuncios es que, al dejar a la inflación sin ancla, es difícil evaluar cómo serán afectados los precios relativos, la demanda de dinero y los ingresos reales", señalaron desde la consultora.
Los aspectos negativos se sintetizan en mayor recesión, aceleramiento de la inflación, y el impacto en los insumos importados. Sin embargo, el informe también enumera algunos factores positivos como un nuevo acuerdo en el programa con el FMI que podría ayudar a activar otras fuentes de financiamiento.
Según el análisis de la consultora "el ajuste va a ser muy costoso para el sector privado. Pero la contraparte es que va a haber un fuerte superávit comercial en el segundo semestre. Va a ayudar a recomponer reservas y aportará recursos para encarar un plan de estabilización.
Si bien el costo del ajuste fiscal será muy significativo, también va a desaparecer la necesidad de financiar al Estado con emisión. No está claro si el efecto sobre la deuda pública total será tan fuerte, ya que está a resolver la deuda con importadores que podría implicar que el Central se endeude con bonos. Sería bastante paradójico que, luego de licuar las Leliqs, el Central vuelva a endeudarse para pagar importaciones".
Nota: Este artículo fue publicado en Mejor Energia.
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